Pasteles dulces y salados, strudel, brownies, panes, quiches y mucho más: los moldes cuadrados y rectangulares sirven para muchas recetas y preparaciones. Son aptos tanto para el horno (temperatura máxima 220 °C) como para el congelador.
Los moldes cuadrados y rectangulares para tartas y magdalenas también están disponibles con tapa de R-PET reciclable, lo que los hace adecuados para el reparto, para viajar y para su uso en mostradores de delicatessen o en grandes comercios.
Todos los moldes cuadrados y rectangulares están certificados y homologados para el contacto con alimentos y pueden utilizarse en máquinas desapiladoras automáticas.